Lonely
¿Es que nunca podía estar bien? Es que siempre, cualquier cosa que hiciera, dijera seria insuficiente? ¿Que es lo que necesitaba? ¿Que quería? Talvez no importara, talvez ella no pudiera dárselo de cualquier forma. ¿Porque tenia que ilusionarse tan rápido? ¿Y creer en todo lo que decían? ¿Porque creía que podía esperar en verdad todo eso? ahí estaba una vez mas, abandonada a su suerte en la cama de un extraño que juraba amarla, pero que se había ido hacia menos de media hora. Carmina se abrazo las rodillas con los brazos y miro por la ventana; una vez mas las malditas lagrimas corrían por su rostro. ¿Seria que….solo eran capaces de amarla mientras estaba desnuda en sus brazos? Si, eso era. Todo lo que hubiera después o antes no importaba, las comidas, las cenas, los paseos, eran solo el terreno de preparación. La meta final siempre era la cama, ella desnuda, ellos extasiados durante esos breves momentos. Ahí, era ahí donde la amaban, donde darían su vida por ella, donde hacían todas esa propuestas maravillosas que ella estupidamente creía una y otra vez. Como siempre las cosas terminaban, ellos volvían a sus asuntos, lejos, muy lejos de ella, y ella tenía dos opciones: ir a buscar a otro lado, o esperar en la misma cama. Hasta que las promesas volvieran a sonar en sus oídos, con esas dulces palabra que solo eran capaces de salir cuando la ropa no estorbaba. Siempre escogía la primera, claro. Pero esta vez, esta vez tenía tantas ganas de que el lo repitiera, de que lo dijera con sinceridad. Se recostó nuevamente, giro sobre uno de sus costados y sin saber muy bien si las lágrimas eran de felicidad o de tristeza, se quedo dormida.
1 Comments:
At 1:01 AM, Diana said…
Eso me llegó, en serio.
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